Los perros de ataque son, como su nombre lo dice, perros entrenados para atacar a las personas. Aunque actualmente se asocia a estos perros con labores policíacas, no siempre fue esta su función. Es sabido que antiguamente se usaban perros de ataque para romper las primeras filas de ejércitos enemigos y para capturar y matar esclavos fugitivos.
En teoría, un perro de ataque debería ser capaz de atacar a la orden y detener el ataque de la misma manera. De esta forma, ese perro sería de utilidad para ayudar a mantener la seguridad y, al mismo tiempo, no representaría un peligro.
Lastimosamente, es muy frecuente encontrar perros que han sido entrenados para atacar, y que no han recibido otro tipo de adiestramiento adicional. Así, se pueden encontrar perros que atacan sin motivo y no detienen su ataque a menos que sean forzados físicamente. Se pueden ver perros de este tipo incluso en secciones policiales de algunos países.
Los perros de ataque que reaccionan de esa manera pueden incluso atacar a su dueño o a su adiestrador. Esto porque tales perros no son perros entrenados, sino perros neuróticos que son incapaces de controlarse. De hecho, esos perros no deberían llamarse perros de ataque sino perros peligrosos y trastornados.
Por otra parte, existen perros realmente entrenados para el ataque. Estos perros responden correctamente a las órdenes para empezar un ataque y terminarlo, y también responden a la perfección a los ejercicios de obediencia canina. Estos perros no solamente reciben un adiestramiento largo y exigente, sino que son seleccionados en función a sus características físicas y psicológicas.
En teoría, un perro de ataque debería ser capaz de atacar a la orden y detener el ataque de la misma manera. De esta forma, ese perro sería de utilidad para ayudar a mantener la seguridad y, al mismo tiempo, no representaría un peligro.
Lastimosamente, es muy frecuente encontrar perros que han sido entrenados para atacar, y que no han recibido otro tipo de adiestramiento adicional. Así, se pueden encontrar perros que atacan sin motivo y no detienen su ataque a menos que sean forzados físicamente. Se pueden ver perros de este tipo incluso en secciones policiales de algunos países.
Los perros de ataque que reaccionan de esa manera pueden incluso atacar a su dueño o a su adiestrador. Esto porque tales perros no son perros entrenados, sino perros neuróticos que son incapaces de controlarse. De hecho, esos perros no deberían llamarse perros de ataque sino perros peligrosos y trastornados.
Por otra parte, existen perros realmente entrenados para el ataque. Estos perros responden correctamente a las órdenes para empezar un ataque y terminarlo, y también responden a la perfección a los ejercicios de obediencia canina. Estos perros no solamente reciben un adiestramiento largo y exigente, sino que son seleccionados en función a sus características físicas y psicológicas.